Vosotros, jóvenes artistas, escultores, pintores, poetas, músicos, malabaristas, vean que el fuego que inspiró a vuestros predecesores ha desaparecido hoy en día, que ahora el arte es vulgar, adoctrinado por los perversos gustos de una burguesía adocenada. Pero si aún vuestro corazón late verdaderamente al unísono con el de la humanidad; si como artista decides ocuparte de las realidades de la vida, entonces contemplando ese mar de tristezas, frente a frente de gentes que padecen hambre, entre el egoísmo, contra la cobardía, es una lucha desesperada sostenida con el dolor de los vencidos y las orgías de los vencedores, y entre una realidad y otra no podemos permanecer neutrales, nos colocamos entonces del lado del oprimido, porque se sabe que lo hermoso, lo sublime, el espíritu mismo de la vida está con aquellos que luchan por la luz, por la humanidad perdida. No debemos abandonar nunca la inspiración de descubrir las verdades, de crear un nuevo mundo y bañarse en las fuentes de la...