Este es un texto que ha costado escribir, por todas las subjetividades involucradas, por el nivel de conmoción que generó el hecho en sí, por la dificultad de mantener las ideas centradas, la salud mental y la estabilidad emocional, en esta vorágine incesante en la que nos vemos inmersxs.
La situación con el personaje Oscar Perez es realmente turbia, densa, sobre todo porque no se trata de un civil como cualquier otro, sino de un ex inspector del Cicpc, miembro de la Brigada de Acciones Especiales (BAE), jefe de Operaciones Aéreas, actor de cine, etc, que apareció de repente en el mes de junio del 2017 alzándose contra el gobierno, cosa que, naturalmente, nos deja grandes interrogantes con respecto a su persona y sus acciones, pero como en Venezuela vivimos en un vacío de información, donde la mayoría de los medios tanto del estado como privados, se dedican más a ocultar que a visibilizar. A la gente común, se nos hace muy dificil acceder a la información de no ser por esos pocos medios independientes y gracias a voluntades dedicadas a la verdadera comunicación social y a la contraloría social. Teniendo eso como base, indagando y escudriñando, podemos tener una idea general de los acontecimientos y a su vez sacar conclusiones o intuir los trasfondos que hay detrás de los mismos, con grandes probabilidades de acertar porque en esta bizarra distopía todo es posible. Sin embargo, esas investigaciones siempre serán sólo la punta del gran iceberg en el que vivimos, por esa razón, es muy sencillo (y necesario) adoptar una actitud escéptica. Así que, volviendo al tema de Oscar Perez, quién sabe cuántas conspiraciones (de ambos lados), existen detrás de ese personaje, sobre todo considerando aquellas tantas de las que sí se tiene información (de hecho pueden encontrar muchas difundidas en este mismo blog). El caso es que con respecto a este ex cicpc, aún no tenemos a nuestro alcance una información imparcial y tangible que exponga los trasfondos que existen en torno a ese sujeto, y mientras sea así, aún no podremos opinar con propiedad.
De lo que sí opinaremos, que es bastante notorio y tangible, es del mensaje que se quizo transmitir con la operación "Gedeón" realizada por la GNB, SEBIN, DGCIM, PNB y FAES y el líder del "colectivo de Tres Raíces" en El Junquito el pasado 15 de enero, para, según, capturar al "insurgente" ex cicpc Oscar Perez , con orden directa de "asesinarlo", varios vecinos presenciaron y grabaron este operativo, y todxs tuvieron que vivir esta situación tan hostil, cuyo mensaje responde a una realidad que se vive a diario en todo el país: la brutalidad policial, el uso desproporcionado de la fuerza, la "justicia" inquisidora, propia de una autoridad sádica y genocida que ha impuesto su presencia de manera paulatina en los sectores populares, mediante los amedrentamientos, fusilamientos, hallanamientos, robos, violaciones, montajes simulando pseudo-enfrentamientos, siembra de evidencias, masacres, entre otras acciones que el gobierno ha ido naturalizando y legitimando para sembrar el psicoterror en el pueblo, para así contener cualquier brote de rebelión, de desobediencia, o de estallido social. Por esto, en cada operativo las fuerzas de "seguridad" del Estado siempre se han encargado de llevarse por el medio a niñxs, mujeres, embarazadas, ancianxs, incluso sabemos de un caso de un niño discapasitado al que ajusticiaron. Es evidente la intención de demostrar poder, aniquilando a personas en puntual y marcada desventaja, para así intimidar, generar zozobra, someter, abrumar, generar shock y perturbar la psique de la gente, llevándolxs a un estado de sumisión, de resignación y de pánico constante.
Desmontando la tesis de que estos operativos han nacido para combatir la "delincuencia" y "garantizar la paz" en el país. Esto está bastante lejos de la realidad, ya que la delincuencia sigue perpetuándose, como siempre lo ha hecho; en complot con las fuerzas de "seguridad" del estado, todo el que actualmente se dedica al robo o hurto, aquellos jíbaros, proxenetas, contrabandistas, incluso aquellxs especuladores, entre tantos ejemplos, operan impúnemente y de hecho tienen sus "plazas" o zonas fijas para hacerlo, en su mayoría mantienen negocios con los Guardias o policías bolivarianos. A los esbirros no les conviene erradicar la delincuencia porque es un negocio lucrativo y rentable. Por esto, no confiamos en "militares dignos y honestos", porque es más que sabido que toda esa maquinaria está infestada de corrupción y en estos 18 años y más, ha sido la principal garante de esta situación actual.
Luego de la operación "Gedeón" se ha percibido de nuevo ese terrible ambiente de tensión, gracias al desplegamiento de esbirros con sus tanquetas, jeeps y motos en diferentes puntos estratégicos de las zonas populares, en las cuales alguna vez se vivieron estallidos sociales en el margen de esta coyuntura política y crisis económica. Sobre todo considerando los recientes saqueos y disturbios que han surgido de manera itinerante por la falta de comida y el alto costo de la vida. Esta operación se percibe como un nuevo experimento, una nueva estrategia para subyugar al pueblo y apagar ese descontento popular emergente, para así poder introducir unas elecciones presidenciales anticipadas, negociadas por el gobierno y la mud, de manera que, puedan previamente mantener aplacada y controlada a la población.
Sin más que agregar, cualquier tipo de opinión, de debate, de datos y de información con respecto a este tema en cuestión serán bienvenidos (siempre que no apesten a fascismo, ojo)
Aquí compartimos una sátira gráfica para reivindicar la libertad de expresión, el artivismo, la palabra, el libre pensamiento, la vida, la rebeldía y la dignidad humana, como elementos garantes de la verdadera paz social.
OLHP: Operación de Liberación Humanista del Pueblo...
La situación con el personaje Oscar Perez es realmente turbia, densa, sobre todo porque no se trata de un civil como cualquier otro, sino de un ex inspector del Cicpc, miembro de la Brigada de Acciones Especiales (BAE), jefe de Operaciones Aéreas, actor de cine, etc, que apareció de repente en el mes de junio del 2017 alzándose contra el gobierno, cosa que, naturalmente, nos deja grandes interrogantes con respecto a su persona y sus acciones, pero como en Venezuela vivimos en un vacío de información, donde la mayoría de los medios tanto del estado como privados, se dedican más a ocultar que a visibilizar. A la gente común, se nos hace muy dificil acceder a la información de no ser por esos pocos medios independientes y gracias a voluntades dedicadas a la verdadera comunicación social y a la contraloría social. Teniendo eso como base, indagando y escudriñando, podemos tener una idea general de los acontecimientos y a su vez sacar conclusiones o intuir los trasfondos que hay detrás de los mismos, con grandes probabilidades de acertar porque en esta bizarra distopía todo es posible. Sin embargo, esas investigaciones siempre serán sólo la punta del gran iceberg en el que vivimos, por esa razón, es muy sencillo (y necesario) adoptar una actitud escéptica. Así que, volviendo al tema de Oscar Perez, quién sabe cuántas conspiraciones (de ambos lados), existen detrás de ese personaje, sobre todo considerando aquellas tantas de las que sí se tiene información (de hecho pueden encontrar muchas difundidas en este mismo blog). El caso es que con respecto a este ex cicpc, aún no tenemos a nuestro alcance una información imparcial y tangible que exponga los trasfondos que existen en torno a ese sujeto, y mientras sea así, aún no podremos opinar con propiedad.
De lo que sí opinaremos, que es bastante notorio y tangible, es del mensaje que se quizo transmitir con la operación "Gedeón" realizada por la GNB, SEBIN, DGCIM, PNB y FAES y el líder del "colectivo de Tres Raíces" en El Junquito el pasado 15 de enero, para, según, capturar al "insurgente" ex cicpc Oscar Perez , con orden directa de "asesinarlo", varios vecinos presenciaron y grabaron este operativo, y todxs tuvieron que vivir esta situación tan hostil, cuyo mensaje responde a una realidad que se vive a diario en todo el país: la brutalidad policial, el uso desproporcionado de la fuerza, la "justicia" inquisidora, propia de una autoridad sádica y genocida que ha impuesto su presencia de manera paulatina en los sectores populares, mediante los amedrentamientos, fusilamientos, hallanamientos, robos, violaciones, montajes simulando pseudo-enfrentamientos, siembra de evidencias, masacres, entre otras acciones que el gobierno ha ido naturalizando y legitimando para sembrar el psicoterror en el pueblo, para así contener cualquier brote de rebelión, de desobediencia, o de estallido social. Por esto, en cada operativo las fuerzas de "seguridad" del Estado siempre se han encargado de llevarse por el medio a niñxs, mujeres, embarazadas, ancianxs, incluso sabemos de un caso de un niño discapasitado al que ajusticiaron. Es evidente la intención de demostrar poder, aniquilando a personas en puntual y marcada desventaja, para así intimidar, generar zozobra, someter, abrumar, generar shock y perturbar la psique de la gente, llevándolxs a un estado de sumisión, de resignación y de pánico constante.
Desmontando la tesis de que estos operativos han nacido para combatir la "delincuencia" y "garantizar la paz" en el país. Esto está bastante lejos de la realidad, ya que la delincuencia sigue perpetuándose, como siempre lo ha hecho; en complot con las fuerzas de "seguridad" del estado, todo el que actualmente se dedica al robo o hurto, aquellos jíbaros, proxenetas, contrabandistas, incluso aquellxs especuladores, entre tantos ejemplos, operan impúnemente y de hecho tienen sus "plazas" o zonas fijas para hacerlo, en su mayoría mantienen negocios con los Guardias o policías bolivarianos. A los esbirros no les conviene erradicar la delincuencia porque es un negocio lucrativo y rentable. Por esto, no confiamos en "militares dignos y honestos", porque es más que sabido que toda esa maquinaria está infestada de corrupción y en estos 18 años y más, ha sido la principal garante de esta situación actual.
Luego de la operación "Gedeón" se ha percibido de nuevo ese terrible ambiente de tensión, gracias al desplegamiento de esbirros con sus tanquetas, jeeps y motos en diferentes puntos estratégicos de las zonas populares, en las cuales alguna vez se vivieron estallidos sociales en el margen de esta coyuntura política y crisis económica. Sobre todo considerando los recientes saqueos y disturbios que han surgido de manera itinerante por la falta de comida y el alto costo de la vida. Esta operación se percibe como un nuevo experimento, una nueva estrategia para subyugar al pueblo y apagar ese descontento popular emergente, para así poder introducir unas elecciones presidenciales anticipadas, negociadas por el gobierno y la mud, de manera que, puedan previamente mantener aplacada y controlada a la población.
Sin más que agregar, cualquier tipo de opinión, de debate, de datos y de información con respecto a este tema en cuestión serán bienvenidos (siempre que no apesten a fascismo, ojo)
Aquí compartimos una sátira gráfica para reivindicar la libertad de expresión, el artivismo, la palabra, el libre pensamiento, la vida, la rebeldía y la dignidad humana, como elementos garantes de la verdadera paz social.
OLHP: Operación de Liberación Humanista del Pueblo...
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