¡NI OLVIDO NI PERDON!
¡LA MASACRE DE SAN JUAN EN EL SIGLO XX Y CATAVI, NO SE OLVIDA!
A 53 AÑOS DE LA MASACRE DE SAN JUAN
Por: Colectivx Pluma Negra de la Imilla
El gobierno decía que en los centros mineros se estaba gestando un nuevo movimiento de los trabajadores mineros que estarían apoyando a la guerrilla del Che Guevara. Ese fue el principal motivo para que el gobierno de Barrientos "…comenzar[a] los preparativos de todas las fuerzas represivas para su gran... campaña contra los "agitadores"". El gobierno tenía conocimiento de que muchos trabajadores mineros se habían plegado a las guerrillas ─Huanuni habría propuesto el apoyo con una mita para la guerrilla─ y quizo eliminar estas acciones. "Silenciosament e
el aparato represivo del gobierno, se movilizaba hacia las "zonas
rojas" tipificadas por el Ministerio del Interior que eran los centros
mineros de Catavi-Siglo XX y Huanuni. No olvidemos que Barrientos, unos
días antes había anunciado la liquidación total de los "agitadores" y
para esta acción de "sanidad" , no sólo se movilizaba a los grupos
represivos del Ministerio de Gobierno, sino también fracciones del
Ejercito de diferentes regiones del país…".
"El General Barrientos , en una reunión de Comandantes, la víspera de San Juan les había dicho: ¡Vamos muchachos!, tenemos que defender la Patria del peligro comunista, bajo mi entera responsabilidad liquiden, sin contemplaciones
y de una vez por todas a esos malditos comunistas y a esos carajos
agitadores, en los Campamentos Mineros de Catavi-Siglo XX y Huanuni…".
Mientras que en los centros mineros los trabajadores con sus familias se
pusieron a piq'chear coca, encender las fogatas tradicionales, comer,
cantar a coro con guitarras y charangos y tomar sucumbe, ponche o pisco.
Era un ambiente de confraternidad entre hombres, mujeres y niños que
jugaban con cohetillos y petardos.
Las tropas militares se organizaron y fueron a los centros mineros de Catavi-Siglo XX y Huanuni. En Catavi, en la madrugada, los mineros, las mujeres y niños estaban descansando y las acciones criminales fueron directamente hacia ellos. Simón Ramírez (el Cubano) recuerda que " … escucho tableteo de ametralladora y disparos esporádicos, yo le digo a mi esposa hay baleadura y me dice: no, están votando seguramente los chicos sal o piedras a las fogatas para que revienten…" El Cubano relata como el ejército ingreso por Cancañiri a las 4 de la mañana, ingresaron al Campamento Salvadora donde estaban aún los compañeros libando unas copas y les metieron bala. A los pocos minutos, las tropas se desplazaron hacia la Plaza del Minero y tomaron la sede sindical y la radioemisora La Voz del Minero.
Rosendo García, era el Secretario General del Sindicato Siglo XX, decidió organizar un pequeño comando para recuperar la sede sindical y la radioemisora. Pero la tropa del ejército era numerosa y cayó preso. Los testigos cuentan que el jefe de la Dirección de Investigaciones
Criminales al reconocerlo no dudó en dispararle en medio de las fosas
nasales cuando dos secuaces le sostenían del brazo. Así muere
valientemente uno de los dirigentes más esclarecidos del movimiento
minero boliviano. Su entierro congregó a miles de trabajadores que
acompañaron su féretro al Cementerio General de Llallagua.
En esta masacre fallecieron también: Ponciano Mamani, Alejandro Mamani, Nicanor Torrez, Maximiliano Acho, Isaac Cazorla, Gabriel Sequeiros, Aniceto Inocencio, Avelino Layme (niño), Bernabé Condori. Aunque se comenta que fueron más de 27 muertos y más de 80 heridos que perdieron un brazo, una pierna o que quedaron inválidos de por vida. Juan Lechín Oquendo manifestaba que " Nunca antes el odio a los mineros había llegado a tanto que los atacaran al amanecer... Los mataron en sus camas... Los mataron a los borrachitos que, tambaleantes, no sabían si eran cohetes muy fuertes o qué... "
Los militares también atacaron a las mujeres del Comité de Amas de Casa Mineras: Norberta, Jeroma, Alicia, Flora, María, Angélica, etc. Por eso esta masacre provoco ira, coraje, y asco. Domitila de Chungara recuerda que "… a todas las personas que, según ellos, habíamos apoyado a las guerrillas, nos agarraron, nos apalearon, nos maltrataron y a varios los mataron. A mí por ejemplo a patadas me hicieron perder a mi hijo porque decían que yo era enlace guerrillero". Hubo fusilados, heridos y mucho dolor, el dirigente Rene Chacón paso a la clandestinidad y convocó a una asamblea en el nivel 411 de la mina, ahí donde los militares no se atreven a entrar porque tienen miedo al Tío y al socavón, 400 obreros resolvieron pedir: la indemnización a las viudas, la devolución de la sede sindical y de la radio y la salida de las tropas"
Esa tarde y en los días posteriores se enterró a los hombres, mujeres, ancianos y niños muertos en la masacre. La población era una "…multitud frente a la iglesia, chillando y vociferando contra el ejército, nombrando sus muertos, llorándolos sin saber cómo vengarlos…"
Por otro lado, Huanuni fue también un centro importante de la protesta, "fue en la asamblea de Huanuni donde se declaró a las minas "territorio libre" y se decidió dar una mita, vituallas y medicinas en apoyo a las guerrillas. Una vez terminado el ataque en los distritos mineros de Catavi – Siglo XX, las tropas penetraron a la Radio Nacional de Huanuni. Cortaron la luz eléctrica para que no pudiesen transmitir ninguna alarma a los pobladores y así apoderarse de la radio y proceder al apresamiento de los principales dirigentes sindicales. Fueron detenidos Juan Arce (Secretario General) junto a Pacifico Medina, Cecilio Fernández, el director de la Radio y otras 40 personas. Se reportaron un muerto y siete heridos en tres horas de enfrentamiento y destruyeron e incautaron los equipos.
La indignación popular, ante estos hechos, crecía en todo el país. Se organizaron «sindicatos clandestinos», organizados en el interior de la mina, quienes declararon por unanimidad: paro de 48 horas en protesta contra la masacre, retiro de las tropas del ejército, devolución de la sede del sindicato y de la radioemisoras mineras, respeto al fuero sindical, libertad incondicional para los dirigentes detenidos y confinados, indemnización a las viudas de los asesinados.
La resistencia popular, encontró su vanguardia indiscutible en los sectores mineros que, por su alto grado de conciencia política y convicción combativa, estaban decididos a defender sus derechos sociales, laborales y sindicales y declararon a Siglo XX y Huanuni como «territorios libres» desafiando a la dictadura militar. Sin embargo, y a pesar de los 20 días de huelga, hubo represión, despidos, exiliados y expulsaron a los «agitadores», las viudas y los huérfanos del campamento sin indemnización ni derecho a nada.
La Masacre de San Juan es uno de los acontecimientos
más tristes para los trabajadores mineros de Bolivia. Este 24 de Junio
recordamos 53 años de este hecho que enluto a las familias mineras y por
las cuales nadie fue juzgado y estos crímenes de lesa humanidad
quedaron en la impunidad.
¡GLORIA A LOS CAÍDOS EN LA MASACRE DE SAN JUAN!
¡VIVA LOS SINDICATOS MINEROS DE CATAVI-SIGLO XX Y HUANUNI!
¡VIVAN LXS TRABAJADORES MINEROS DE BOLIVIA!
Sitio web del colectivx:Colectivx Pluma Ngra de la Imilla
¡LA MASACRE DE SAN JUAN EN EL SIGLO XX Y CATAVI, NO SE OLVIDA!
A 53 AÑOS DE LA MASACRE DE SAN JUAN
Por: Colectivx Pluma Negra de la Imilla
El gobierno decía que en los centros mineros se estaba gestando un nuevo movimiento de los trabajadores mineros que estarían apoyando a la guerrilla del Che Guevara. Ese fue el principal motivo para que el gobierno de Barrientos "…comenzar[a] los preparativos de todas las fuerzas represivas para su gran... campaña contra los "agitadores"". El gobierno tenía conocimiento de que muchos trabajadores mineros se habían plegado a las guerrillas ─Huanuni habría propuesto el apoyo con una mita para la guerrilla─ y quizo eliminar estas acciones. "Silenciosament
"El General Barrientos , en una reunión de Comandantes, la víspera de San Juan les había dicho: ¡Vamos muchachos!, tenemos que defender la Patria del peligro comunista, bajo mi entera responsabilidad
Las tropas militares se organizaron y fueron a los centros mineros de Catavi-Siglo XX y Huanuni. En Catavi, en la madrugada, los mineros, las mujeres y niños estaban descansando y las acciones criminales fueron directamente hacia ellos. Simón Ramírez (el Cubano) recuerda que " … escucho tableteo de ametralladora y disparos esporádicos, yo le digo a mi esposa hay baleadura y me dice: no, están votando seguramente los chicos sal o piedras a las fogatas para que revienten…" El Cubano relata como el ejército ingreso por Cancañiri a las 4 de la mañana, ingresaron al Campamento Salvadora donde estaban aún los compañeros libando unas copas y les metieron bala. A los pocos minutos, las tropas se desplazaron hacia la Plaza del Minero y tomaron la sede sindical y la radioemisora La Voz del Minero.
Rosendo García, era el Secretario General del Sindicato Siglo XX, decidió organizar un pequeño comando para recuperar la sede sindical y la radioemisora. Pero la tropa del ejército era numerosa y cayó preso. Los testigos cuentan que el jefe de la Dirección de Investigaciones
En esta masacre fallecieron también: Ponciano Mamani, Alejandro Mamani, Nicanor Torrez, Maximiliano Acho, Isaac Cazorla, Gabriel Sequeiros, Aniceto Inocencio, Avelino Layme (niño), Bernabé Condori. Aunque se comenta que fueron más de 27 muertos y más de 80 heridos que perdieron un brazo, una pierna o que quedaron inválidos de por vida. Juan Lechín Oquendo manifestaba que " Nunca antes el odio a los mineros había llegado a tanto que los atacaran al amanecer... Los mataron en sus camas... Los mataron a los borrachitos que, tambaleantes, no sabían si eran cohetes muy fuertes o qué... "
Los militares también atacaron a las mujeres del Comité de Amas de Casa Mineras: Norberta, Jeroma, Alicia, Flora, María, Angélica, etc. Por eso esta masacre provoco ira, coraje, y asco. Domitila de Chungara recuerda que "… a todas las personas que, según ellos, habíamos apoyado a las guerrillas, nos agarraron, nos apalearon, nos maltrataron y a varios los mataron. A mí por ejemplo a patadas me hicieron perder a mi hijo porque decían que yo era enlace guerrillero". Hubo fusilados, heridos y mucho dolor, el dirigente Rene Chacón paso a la clandestinidad y convocó a una asamblea en el nivel 411 de la mina, ahí donde los militares no se atreven a entrar porque tienen miedo al Tío y al socavón, 400 obreros resolvieron pedir: la indemnización a las viudas, la devolución de la sede sindical y de la radio y la salida de las tropas"
Esa tarde y en los días posteriores se enterró a los hombres, mujeres, ancianos y niños muertos en la masacre. La población era una "…multitud frente a la iglesia, chillando y vociferando contra el ejército, nombrando sus muertos, llorándolos sin saber cómo vengarlos…"
Por otro lado, Huanuni fue también un centro importante de la protesta, "fue en la asamblea de Huanuni donde se declaró a las minas "territorio libre" y se decidió dar una mita, vituallas y medicinas en apoyo a las guerrillas. Una vez terminado el ataque en los distritos mineros de Catavi – Siglo XX, las tropas penetraron a la Radio Nacional de Huanuni. Cortaron la luz eléctrica para que no pudiesen transmitir ninguna alarma a los pobladores y así apoderarse de la radio y proceder al apresamiento de los principales dirigentes sindicales. Fueron detenidos Juan Arce (Secretario General) junto a Pacifico Medina, Cecilio Fernández, el director de la Radio y otras 40 personas. Se reportaron un muerto y siete heridos en tres horas de enfrentamiento y destruyeron e incautaron los equipos.
La indignación popular, ante estos hechos, crecía en todo el país. Se organizaron «sindicatos clandestinos», organizados en el interior de la mina, quienes declararon por unanimidad: paro de 48 horas en protesta contra la masacre, retiro de las tropas del ejército, devolución de la sede del sindicato y de la radioemisoras mineras, respeto al fuero sindical, libertad incondicional para los dirigentes detenidos y confinados, indemnización a las viudas de los asesinados.
La resistencia popular, encontró su vanguardia indiscutible en los sectores mineros que, por su alto grado de conciencia política y convicción combativa, estaban decididos a defender sus derechos sociales, laborales y sindicales y declararon a Siglo XX y Huanuni como «territorios libres» desafiando a la dictadura militar. Sin embargo, y a pesar de los 20 días de huelga, hubo represión, despidos, exiliados y expulsaron a los «agitadores», las viudas y los huérfanos del campamento sin indemnización ni derecho a nada.
La Masacre de San Juan es uno de los acontecimientos
¡GLORIA A LOS CAÍDOS EN LA MASACRE DE SAN JUAN!
¡VIVA LOS SINDICATOS MINEROS DE CATAVI-SIGLO XX Y HUANUNI!
¡VIVAN LXS TRABAJADORES MINEROS DE BOLIVIA!
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