El 2 de febrero de 2002, un grupo de militantes latinoamericanos que participaban del FPMR (Frente Patriótico Manuel Rodríguez, de Chile) y del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria, también de Chile) fue detenido en la localidad de Sierra Negra, Sâo Paulo, Brasil. Junto a ellos fue detenida también Karina Germano López, de nacionalidad española y argentina, acusada de colaborar con los mismos.
Ella afirma en una carta: “Estoy detenida desde el 2 de febrero de 2002, permanecí casi cinco años en el penal de Carandirú, fui detenida con 5 compañeros, dos de los cuales se hacen cargo de la negociación de un secuestro (se trata del empresario Washington Olivetto quien salió ileso del hecho), por parte de organizaciones guerrilleras chilenas, MIR y FPMR, y los otros cuatro caemos en la volada porque no pudieron detener a todo el mundo de ese secuestro”.
Condenada sin pruebas
A pesar que el líder del grupo Mauricio Norambuena (dirigente del FPMR) declaró ante los jueces que Karina y otros tres compañeros sólo se encontraban circunstancialmente en la casa donde fueron detenidos y que no tuvieron ninguna participación en el secuestro, y además de que no fue hallado ni huella ni elemento probatorio alguno que implique a Karina Germano en el sitio donde estuvo secuestrado Olivetto, la “justicia” de Brasil los condenó con la máxima severidad, y a todos por igual.
Después de su detención fueron salvajemente torturados. En primera instancia, fueron condenados a 16 años de prisión, reconociendo el tribunal el carácter político de los hechos. Pero en noviembre de 2003, bajo la presión de la derecha, el Tribunal Superior de Sâo Paulo negó el carácter político de la acción y aumentó las penas a 30 años de prisión, y un régimen excepcionalmente severo.
Karina fue trasladada desde Brasil el 9 noviembre de 2006,luego de permanecer detenida durante casi cinco años en el Penal de Carandirú, SanPablo.
Debido a las continuas y sangrientas represiones a los motines en las prisiones brasileñas ella accedió al traslado a la Argentina, bajo el marco jurídico de un tratado firmado entre ambos países que expresa claramente en su artículo 12, que no podrán verse agravadas las condiciones de detención del trasladado o trasladada.
Colaboracionistas con el ESMA, le negaron beneficios
Señala Karina: “El año 2006 estuvo marcado por situaciones de profunda violencia al interior de las cárceles paulistas, causada por los conflictos entre el Crimen Organizado, (PCC), y el Gobierno Estatal. El segundo domingo de Mayo de ese mismo año 2006, en ocasión de la visita del Día de la Madre, estalló un Motín, del que mi madre salió con un arma en la sien, en manos de personal del Servicio Penitenciario Brasilero, presenciando, al tiempo que caminaba hacia la salida, cómo se moría desangrada, a raíz de haber sido baleada, una compañera que se encontraba tirada en el suelo.
“Apenas salió del Penal, mi madre viajó a Buenos Aires muy asustada por mi integridad física, con el objeto de solicitar ayuda al gobierno de Néstor Kirchner, a fin de que se me trasladara a mi país, ya que corría riesgo mi vida.
Ante esta urgencia, el gobierno de Kirchner acepta traerme a la Argentina, haciendo uso del tratado bilateral sobre presos que existe entre ambos países. La cuestión de fondo es que, ante la URGENCIA del traslado, por los motivos antes mencionados, el Gobierno Argentino manda a la INTERPOL a buscarme a Brasil y me traen el 9 de noviembre de 2006. Esto, faltando sólo 49 días para cumplir el 6° año, requisito para acceder a mis salidas transitorias (según lo establecido por la Ley de Ejecución Penal Brasilera”).
Sin antecedentes penales, ni causa alguna en Argentina, Karina llegó con algo menos de un mes para obtener el beneficio de salidas transitorias (semi-libertad), pero contrariamente a lo acordado entre Argentina y Brasil, el juez Sergio Delgado, presionado por el fiscal Oscar Hermelo, denegó las salidas transitorias que a Karina le corresponden por ley.
Ambos, juez y fiscal, con un pasado colaboracionista con la E.S.M.A. y con el mismo grupo de tareas 3.3.2. que secuestró al padre de Karina -Rodolfo “Roco” Germano- fallaron en contra del derecho de esta presa política, a tener salidas. Continuando con la burocracia judicial, se enfrentó en la segunda instancia a una sala de la Cámara de Casación Penal, donde su juez presidente es sospechoso de firmar y autorizar (ilegalmente) la apropiación de bebés nacidos en cautiverio, robándoles su verdadera identidad.
Cuando el caso llega a la Corte Suprema, el fiscal está de acuerdo con los argumentos del abogado defensor. Sin embargo sólo tres magistrados fallan en diciembre de 2009 a su favor, fundamentando igual al fiscal, y cuatro fallan en contra de sus salidas, dándose el lujo de ni siquiera argumentar su negativa.
Pretenden que continúe encerrada por 7 años más
Desde el juzgado de Ejecución Penal le volvieron a negar el beneficio de salidas transitorias, así que apelaron a la Cámara de Casación, donde cabe la posibilidad de volver a caer en las manos del juez Mitchell, aquel personaje que entregó –entre otros- a Simón (el hijo de Sara Méndez), a Parodi.
Karina trabaja y estudió la carrera de Sociología en la U.B.A. (Universidad de Buenos Aires), es parte del C.U.E. (Centro Universitario Ezeiza), dentro de la unidad de detención.
¡Que se remedie esta injusticia!
¡Libertad a Karina Germano!
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