Después de diez años a instigar la subversión, la conspiración y la difusión de las ideas acratas, la FAL es hoy más indispensable que nunca y trae a debate temas diversos: Colapso capitalista, Violencia policial y Racismo, Transfeminismo, Okupación, Salud anti-autoritaria , Anti-especismo, Represión de Estado, Memoria histórica anarco-feminista, Guerrilla anti-franquista, Hortas urbanas, Artes y Resistencia.
Este año la feria transcurrirá en varios espacios con presentaciones de libros, conversaciones, talleres, documentales, música, exposiciones, muestra de editoriales y distribuidoras. Como en las ediciones anteriores, la FAL nos invita a conocer la historia de un pasado de revuelta ya pensar formas de lucha para un presente que se organiza a partir de la jerarquía, del autoritarismo, de la competencia, el chantaje y el miedo. Contra todo esto urge hacer alianzas para un futuro rebelde, combativo y solidario.
Hay un elemento común en las luchas que en la última década agitaron la "paz social" podrida en diferentes geografías. La lucha contra la precariedad en Grecia, Italia, España y Portugal, las ZAD's y la resistencia al estado de emergencia en Francia, la revuelta de los estudiantes y del movimiento indígena en Brasil, México y Chile, las Primaveras Árabes y todos los otros focos de insurrección revelan y convergen en la voluntad de auto-organización, de autonomía y de libertad. Se unen en un grito conjunto: ¡somos ingobernables!
Sabemos las consecuencias de permanecer siempre al lado de los que se niegan a obedecer; en el sentido de que, en el caso de los Estados Unidos de América, los Estados Unidos y los Estados Unidos, etc. En las experiencias de un pasado de rebelión, aprendemos con todxs que siempre tuvieron el coraje de escupir en aquellas personas que desde sus torres de marfil firman decretos, sentencias y contratos para precarizar vidas, expropiar recursos naturales, fortalecer políticas imperialistas, controlar cuerpos y deseos , reprimir la disidencia, gentrificar nuestros barrios, aprisionar la libertad, minar los movimientos sociales, etc. Nos organizamos hoy en un contexto en el que el capitalismo se refuerza y concentra poder a través de un feudalismo neoliberal que nos roba la autonomía en todos los ámbitos, la extrema derecha se renueva y se extiende, el cisheteropatriarcado continúa ramificando la violencia, el racismo prevalece institucionalizado, los discursos xenófobos adquieren legitimidad pública, la "guerra contra el terrorismo" justifica la suspensión de las pocas libertades que la democracia todavía permite, y un cotidiano que se vuelve cada vez más rehén de tecnologías.
Y luego recordamos que en todas partes existen resistencias que no capitulan: la experiencia autónoma de Rojava y la lucha del pueblo kurdo; los movimientos indígenas de la Amazonia y del Dakota; la eterna lucha por la supervivencia que xs palestinianxs traban contra la ocupación israelí; las huelgas salvajes por todas partes y principalmente en los países donde el capitalismo trata a cada ser humano como despojos de la economía (Bangladesh, China, etc.); las luchas de apoyo a los refugiados y migrantes contra las políticas racistas y asesinas de todos los Estados y de sus fronteras; las luchas contra la especulación y el derecho a la vivienda; las luchas contra el neocolonialismo; las luchas queer y transfeministas contra la asimilación neoliberal y estatal; el activismo por la liberación animal; las luchas contra el ecocídio capitalista, etc. ¡La resistencia cotidiana urge!
Tenía y desobediente, la Feria Anarquista del Libro propone un espacio de difusión de ideas, teorías y proyectos, de co-aprendizajes críticos, de adquisición de herramientas políticas para la transformación social y de fortalecimiento de redes de afinidad. Surge de la rabia, de la contestación, del sentido de comunidad. Es en sí misma un ejercicio de autonomía, de autogestión, de apoyo mutuo, de acción directa, de praxis anarquistas, en fin, de libertad.
Oprimidxs? Así nos quieren. Dominadxs? Jamás. ¿Rebeldes? ¡Siempre!
Este año la feria transcurrirá en varios espacios con presentaciones de libros, conversaciones, talleres, documentales, música, exposiciones, muestra de editoriales y distribuidoras. Como en las ediciones anteriores, la FAL nos invita a conocer la historia de un pasado de revuelta ya pensar formas de lucha para un presente que se organiza a partir de la jerarquía, del autoritarismo, de la competencia, el chantaje y el miedo. Contra todo esto urge hacer alianzas para un futuro rebelde, combativo y solidario.
Hay un elemento común en las luchas que en la última década agitaron la "paz social" podrida en diferentes geografías. La lucha contra la precariedad en Grecia, Italia, España y Portugal, las ZAD's y la resistencia al estado de emergencia en Francia, la revuelta de los estudiantes y del movimiento indígena en Brasil, México y Chile, las Primaveras Árabes y todos los otros focos de insurrección revelan y convergen en la voluntad de auto-organización, de autonomía y de libertad. Se unen en un grito conjunto: ¡somos ingobernables!
Sabemos las consecuencias de permanecer siempre al lado de los que se niegan a obedecer; en el sentido de que, en el caso de los Estados Unidos de América, los Estados Unidos y los Estados Unidos, etc. En las experiencias de un pasado de rebelión, aprendemos con todxs que siempre tuvieron el coraje de escupir en aquellas personas que desde sus torres de marfil firman decretos, sentencias y contratos para precarizar vidas, expropiar recursos naturales, fortalecer políticas imperialistas, controlar cuerpos y deseos , reprimir la disidencia, gentrificar nuestros barrios, aprisionar la libertad, minar los movimientos sociales, etc. Nos organizamos hoy en un contexto en el que el capitalismo se refuerza y concentra poder a través de un feudalismo neoliberal que nos roba la autonomía en todos los ámbitos, la extrema derecha se renueva y se extiende, el cisheteropatriarcado continúa ramificando la violencia, el racismo prevalece institucionalizado, los discursos xenófobos adquieren legitimidad pública, la "guerra contra el terrorismo" justifica la suspensión de las pocas libertades que la democracia todavía permite, y un cotidiano que se vuelve cada vez más rehén de tecnologías.
Y luego recordamos que en todas partes existen resistencias que no capitulan: la experiencia autónoma de Rojava y la lucha del pueblo kurdo; los movimientos indígenas de la Amazonia y del Dakota; la eterna lucha por la supervivencia que xs palestinianxs traban contra la ocupación israelí; las huelgas salvajes por todas partes y principalmente en los países donde el capitalismo trata a cada ser humano como despojos de la economía (Bangladesh, China, etc.); las luchas de apoyo a los refugiados y migrantes contra las políticas racistas y asesinas de todos los Estados y de sus fronteras; las luchas contra la especulación y el derecho a la vivienda; las luchas contra el neocolonialismo; las luchas queer y transfeministas contra la asimilación neoliberal y estatal; el activismo por la liberación animal; las luchas contra el ecocídio capitalista, etc. ¡La resistencia cotidiana urge!
Tenía y desobediente, la Feria Anarquista del Libro propone un espacio de difusión de ideas, teorías y proyectos, de co-aprendizajes críticos, de adquisición de herramientas políticas para la transformación social y de fortalecimiento de redes de afinidad. Surge de la rabia, de la contestación, del sentido de comunidad. Es en sí misma un ejercicio de autonomía, de autogestión, de apoyo mutuo, de acción directa, de praxis anarquistas, en fin, de libertad.
Oprimidxs? Así nos quieren. Dominadxs? Jamás. ¿Rebeldes? ¡Siempre!
Tomado de: https://feiraanarquistadolivro.net/
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