El reparto del trabajo ha sido siempre una de las estrategias a
cumplir por parte de la CNT-AIT para poder mejorar las condiciones y
derechos de la clase trabajadora mientras se vea obligada a acatar el
sistema de trabajo asalariado. Si bien el objetivo último de la CNT-AIT
es la liberación de la clase trabajadora a través de su total
emancipación, lo que implica entre otros logros la abolición del trabajo
asalariado, este reparto del trabajo se convierte ahora en una
exigencia indiscutible para el bienestar de trabajadoras y trabajadores
y, por lo tanto, es asumido con firmeza por la Confederación Nacional
del Trabajo.
El desempleo es uno de los mayores enemigos de las personas trabajadoras en una sociedad capitalista porque conlleva la disminución de derechos y del bienestar de las familias, llegando con demasiada frecuencia a situaciones de hambre, de miseria y de exclusión social. Es por ello que creemos que una ocupación plena de la clase trabajadora da como resultado un mayor empoderamiento respecto a su situación vital y familiar y ayuda a evitar situaciones de desigualdad económica y social. Aunque no olvidemos que, mucho más allá de las diferencias económicas, es en el poder y la autoridad donde nacen todas las desigualdades que amargamente infectan a nuestra sociedad.
A lo largo de las últimas décadas hemos visto cómo ninguno de los gobiernos ha luchado para eliminar esas desigualdades derivadas del desempleo. Esto ocurre porque sencillamente el desempleo favorece la aceptación del empleo precario. Ocurre porque el desempleo favorece la aceptación de la pérdida de derechos y la sumisión ante nuevas reformas laborales que sitúan cada vez más en peor situación a la clase trabajadora. Ocurre porque consolida un sistema de clases en el cual un pequeño grupo de personas con dinero pero que no trabajan necesitan de un mayor número de personas sin dinero y sin derechos que acepten trabajar a cualquier precio. En otras palabras: el desempleo significa sumisión, miedo, pérdida de derechos, explotación, esclavitud…
La actual crisis sanitaria y el decreto del Estado de Alarma van a aumentar más si cabe estas desigualdades al dispararse las tasas de desocupación. Los estados no hacen más que hablar de salvar la economía y se olvidan, una vez más, de salvar a la clase obrera que es la que levanta el país después de cada catástrofe y la que hace funcionar la sociedad día tras día. Por eso favorecen ERTEs que, al contrario de lo que nos venden, dejan las puertas abiertas al despido indefinido y en los que las empresas no van a pagar ni un céntimo, por eso se niegan a que paguen más quienes ostentan grandes fortunas labradas con la sangre y sudor de la clase trabajadora y que sean estas fortunas quienes asuman el peso de la crisis ya que realmente no les pertenecen a ellas sino al pueblo en su conjunto, y por eso obligan a acudir al puesto de trabajo a pesar de los riesgos que existen para la salud… En definitiva, sea cual sea el color del gobierno, van a vestir de supuesta lucha contra el desempleo unas medidas que solamente servirán a los intereses de la patronal y del capital.
Pero si lo miramos bien no hay ningún sentido para seguir manteniendo el actual sistema de trabajo. Realmente debería ser así, porque… ¿qué sentido hay en mantener un sistema que favorece que unas pocas personas acumulen cientos de miles de euros anualmente, millones incluso, mientras que quienes les producen estos beneficios solamente dispongan de una millonésima parte de aquello que producen y vivan con sueldos ridículos? ¿Qué sentido hay en trabajar durante jornadas extenuantes mientras muchas otras familias se quedan sin empleo y sin poder comprar o pagar la luz y el agua? Un reparto de trabajo se hace irremediablemen
Si no llevamos a cabo este reparto nos esperan unos años muy difíciles por culpa de la desocupación. Y no sólo hablamos por el desempleo que causará esta crisis. También nos queremos referir al desempleo que va creándose en un segundo plano de manera inexorable e inevitable a causa de los avances tecnológicos e industriales. La innovación tecnológica en constante evolución produce una notable mejora de la producción y de los beneficios para la patronal, pero por otra parte provoca una disminución en la necesidad de mano de obra. Es decir, cada vez hace falta menos gente y menos tiempo para producir lo mismo, con lo que dentro de unos años se van a necesitar muchas menos personas para conseguir la misma producción que hoy. Y aquí se plantea una pregunta: si con la innovación tecnológica se produce más con menor mano de obra y en menor tiempo, y si al ser así el margen de beneficios es cada vez mayor… ¿por qué no se traduce esto en una mejoría de las condiciones de la clase trabajadora y productora? ¿Por qué únicamente repercute en una mejora del sistema de beneficios para la patronal y el capital? Y, lo más importante… ¿por qué ante un sistema de producción de estas características
Creemos pues que ya es hora de equilibrar la balanza y de que el sistema de producción se adapte a las necesidades de la clase trabajadora, que es quien produce, y no al contrario tal y como viene sucediendo. Nosotras no tenemos por qué adaptarnos a la patronal ni a las empresas, son ellas las que deben adaptarse a nosotras porque somos quienes conseguimos que todo su sistema funcione.
Entonces, si es
así, exijamos tomar nuestra parte, exijamos ocupar nuestro justo lugar
dentro de este juego.
Por todo lo anterior, la CNT-AIT tiene muy claro cuáles son las medidas más inmediatas a tomar respecto a un reparto justo del trabajo, y las resumimos a continuación:
- Reducción de la jornada laboral a 25 horas semanales
- Jubilación a los 55 años
- Eliminación de las horas extraordinarias
No son estas medidas, como decíamos al principio, sino estrategias para
la consecución de una mejora en las condiciones de la clase trabajadora
mientras desarrollemos nuestras actividades laborales dentro de su
sistema neoliberal. Estrategias, decimos, pero no objetivos, porque
nuestro objetivo siempre será la emancipación de la clase trabajadora
con todo lo que conlleva.
En estos momentos de cambio social, haz que por una vez las mejoras no vayan únicamente hacia la patronal, las empresas y el Estado: queremos que los cambios que se avecinan traigan consigo mejoras para la clase trabajadora, no más paro, hambre y miserias. Si nosotras producimos, nosotras decidimos.
En estos momentos de cambio social, haz que por una vez las mejoras no vayan únicamente hacia la patronal, las empresas y el Estado: queremos que los cambios que se avecinan traigan consigo mejoras para la clase trabajadora, no más paro, hambre y miserias. Si nosotras producimos, nosotras decidimos.
¡POR EL REPARTO DEL TRABAJO! ¡POR UNA VIDA DIGNA!
CNT-AIT LA SAFOR
Tomado de: https://
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